La piel es uno de los órganos más importantes del ser humano. Además de ser el más grande de todos, ayuda a resguardar los órganos internos y proteger al organismo de bacterias, virus e infecciones. Por esta razón, es importante que conozcas cómo preparar la piel para el frío de forma efectiva.
Sin duda, la piel es una de las partes del cuerpo más afectadas por los intensos cambios de temperatura. De hecho, tu piel pasa de combatir los daños de los días calurosos y soleados de verano a resistir temperaturas increíblemente bajas y el aire fresco de invierno. Por todo ello, la mejor manera de tener una piel saludable y luminosa es conociendo cómo preparar la piel para el frío.
5 consejos que se deben incluir en el cuidado diario de la piel
Aunque el verano y el invierno no parecieran ser muy similares a simple vista, sí que tienen un aspecto en común: pueden llegar a deshidratar la piel y causar daños a largo plazo como manchas y aceleran la aparición de los primeros signos de envejecimiento. Pero no hay nada que temer. Es posible disfrutar de los días más fríos al aire libre si se toman ciertas medidas de protección y cuidado. Por ello, existen muchas formas y rutinas que te ayudarán a mantener una piel hermosa y radiante en invierno.
Exfoliar la piel frecuentemente
Uno de los pasos más esenciales de cómo preparar la piel para el frío es la exfoliación. Durante cualquier época del año, la piel está expuesta a agentes contaminantes, humo de tubos de escape y otras toxinas que se acumulan en la piel y obstruyen los poros. Por ello, los profesionales de la Salud recomiendan exfoliar la piel, por lo menos, de 1 a 3 veces a la semana, ya que la exfoliación eliminará las células muertas que producen el acné, la opacidad de la piel, entre otras consecuencias.
Aplicar humectante para preparar la piel para el frío
Las cremas humectantes e hidratantes son fundamentales para mantener una piel hidratada durante todo el año. En invierno, la humectación y la hidratación se vuelven especialmente necesarias para contrarrestar los efectos del aire seco y las bajas temperaturas sobre la piel.
Utilizar protector solar
Con el cambio de temporada, muchas personas olvidan que para mantener una piel luminosa y radiante es necesario conservar una rutina de belleza y limpieza durante todo el año, en la que el protector solar el protagonista. Aunque el sol no aparece con la misma intensidad del verano, los rayos UV continúan siendo una amenaza para la piel en los días más nublados y fríos.
Cuidado con las duchas calientes
Durante el invierno, se vuelve tentador disfrutar de una larga ducha de agua caliente. No obstante, el exceso de este tipo de baño puede ocasionar deshidratación y otros problemas en la piel. Lo recomendable es mantener duchas breves y con agua tibia, así como secar suavemente con una toalla.
Estos consejos sobre cómo preparar la piel para el frío son tan necesarios como útiles para conservar una piel radiante y saludable durante todo el año.